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100 Años con Pablo González Casanova

  • comunicacionuacm
  • 15 feb 2022
  • 7 Min. de lectura


Para celebrar el cumpleaños número 100 de Pablo González Casanova, sociólogo, investigador y creador de instituciones como el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) organizó una mesa de reflexión en la que se abordó su obra y aportes, así como la influencia de su pensamiento en esta institución de educación superior.

La actividad se efectuó en el Centro Vlady de la UACM, en donde participaron la rectora de esta institución, Tania Rodríguez Mora; Fernando González Casanova Henríquez, hijo del homenajeado y académico de esta casa de estudios; Raúl Romero Gallardo, colaborador de González Casanova, y Oscar González, académico de la UACM, quienes, al final de la mesa de reflexión, vía telefónica, felicitaron al ex rector de la UNAM, quien este 11 de febrero cumplió 100 años, y que en 2018 fue nombrado “comandante Pablo Contreras” por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

En su intervención, la rectora Rodríguez Mora dijo que este festejo es para celebrar la vida y la obra de un maestro de generaciones, pues la trayectoria académica de muchas y muchos está marcada por las instituciones que creó y es cercano a la UACM, por lo que esta institución, a modo de homenaje, seguirá su ejemplo y seguirá siendo una institución “que conjunta las ciencias y las humanidades, que pone en el centro la vida colegiada, que apuesta por la defensa de la educación pública”.

Agregó que “don Pablo es un pilar y, en nuestro proyecto universitario, la defensa al derecho a la educación, a la cultura, al acceso a la ciencia para todos y todas, la importancia de la confluencia entre las ciencias y las humanidades, la confluencia entre la ciencia y la tecnología, este proyecto universitario puede rastrearse en los documentos, en la vida, en la discusión de don Pablo como precursor de esto”.

La rectora recordó la lucha de esta universidad, que nació en 2001, la cual está organizada a través de colegios, “cuyos nombres hablan con absoluta nitidez de la discusión que está aquí: Colegio de Ciencias y Humanidades; Colegio de Ciencia y Tecnología, y Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales, con un llamado, por ley, a la interdisciplina y a la colaboración y trabajo colegiado”.

También recordó una conferencia de 1989, en la que González Casanova habló sobre los CCHs y al responder preguntas sobre las nuevas tecnologías, el sociólogo dijo que se debía combinar lo viejo con lo nuevo en lugar de enfrentar nuevos métodos de enseñanza y ver con simpatía a las computadoras y a los videocasetes, pero también sostener el diálogo que es fundamental y leer el texto clásico que es imprescindible. La rectora recordó las plataformas zoom y meet a las que se tuvo que recurrir en la pandemia y cómo sigue vigente lo dicho en 1989.

En esa conferencia, también se le preguntó sobre el concepto de democratización en la educación, considerando las experiencias de la universidad mexicana en los últimos 20 años, particularmente el CCH, a lo que respondió que en nombre de la democratización no se deben abatir los niveles académicos, por lo tanto, se tienen los dos retos que es el de “la presión universal por la democracia y el de la gran presión universal por un conocimiento riguroso exacto, bien fundado, son nuestros dos grandes retos en los próximos años”.

Por ello, la rectora dijo que ése es el compromiso que se puede hacer desde esta pequeña y joven universidad para honrar el trabajo, pensamiento y lucha de don Pablo González Casanova.

En tanto, Raúl Romero Gallardo, señaló que el ex rector de la UNAM “es un teórico que observa fenómenos sociales, los problematiza, conceptualiza, reflexiona sobre ellos y los regresa con propuestas de pensamiento, pero también con propuestas de solución; es decir, interviene en la vida pública no solo como opinador, sino como científico social que busca transformar y cambiar su realidad”. También, continuó, propone alternativas innovadoras como el CCH en los años 60, en un contexto de crisis por falta de espacios educativos, pero también el sistema de la universidad abierta.

Abundó que frente al conocimiento tradicional disciplinario, González Casanova propone el diálogo de las ciencias, las humanidades y también de las artes; “lanza una propuesta que busca articular a toda la UNAM e impactar en el resto de la sociedad. Lo de la universidad abierta se da en un debate de la universidad elitista o para las masas; la propuesta del CCH implica una reforma que es educar a muchos y educar en un alto nivel, y también viene la creación del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades y después el CEIICH, que busca ese dialogo que logra hacer converger a biólogos, químicos, físicos, sociólogos, historiadores, y se empiezan a dar reflexiones de lo que hoy llamamos psicología política”.

Resaltó que en el proyecto educativo de González Casanova “hay una propuesta de Nación, de país y una propuesta de mundo, donde la educación, este aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser, enseña a los maestros y alumnos a aprender oficios, pero también a informarse, a leer periódicos, revistas, hacer música, ver cine y televisión, un país educado, con acceso a la educación, hacia una universidad país y se engloba la UACM que es la propuesta de crear un sistema educativo que esté presente en todos los lugares posibles”.

Añadió que la obra de González Casanova es extensa en variedad y temas, pues desde su primer texto académico, en 1944, al último, del 2021, transcurren 78 años de trabajo de comunicación constante. Indicó que la obra puede pensarse desde el pensamiento crítico latinoamericano; desde la teoría social mundial; de las categorías como colonialismo interno, colonialismo global; sobre sus investigaciones sobre el desarrollo y técnicas de investigación social; los estudios sobre la democracia; la sociología de la explotación; las nuevas ciencias; las ciencias sobre la complejidad; el vínculo entre el sistema de dominación y acumulación capitalista; el ecocidio; las historias de las ideas; la sociología del conocimiento; los problemas de la educación; la formación de conceptos; el pensamiento de las alternativas.

Romero Gallardo también mencionó el concepto de colonialismo interno, en donde existe la explotación de las trabajadoras y trabajadores por parte de una clase social que, en su mismo país, con su misma cultura y misma lengua, somete a dominación a otra clase social que generalmente son explotadas y despojadas de sus territorios, “ese fenómeno de explotación y despojo tiene que ver con colonialismo interno y con la cercanía de Pablo con esos pueblos, que lo ha llevado a estar en América Latina y hasta los zapatistas”.

En tanto, Fernando González Casanova Henríquez señaló que el trabajo de su padre lo lleva a reflexionar desde la familia como hijo y la convivencia, en la que lo conoció primero como papá, luego como Pablo; después como maestro, luego doctor, investigador, le decían rector “y luego le decían don Pablo y, más recientemente, comandante”.

González Casanova Henríquez recordó anécdotas vividas en la casa familiar, los intelectuales y escritores que la visitaban, entre ellos Julio Cortázar y Gabriel García Márquez. Las lecturas de poesía que su padre fomentaba, su lectura diaria de periódico y el ejercicio que practicaba. Cómo desde las nueve de la mañana sonaba la máquina de escribir; los libros que abundaban en la casa y luego eran empaquetados para llevarlos a la universidad y dar paso a nuevos libros. “Era una luz de conocimiento y la imagen que tengo es verlo sentado en el jardín con las piernas entrecruzadas, el libro en las manos, con sus anteojos”.

Mencionó que 1968 fue un año de tensiones en la familia, pues Pablo hijo fue encarcelado y luego de salir de la cárcel su vida corría peligro, pues lo amenazaban. “Luego viene el CCH y le pregunté, por qué, si hay una prepa y me contestó ‘porque las instituciones educativas tienen una estructura y es difícil de mover. Crear un Colegio de Ciencias y Humanidades con los jóvenes egresados del 68 nos da la posibilidad de agrupar esos ideales de construcción y de permitirle a los chicos crear una nueva visión’. Me metí al CCH y era maravilloso, salimos con conciencia crítica”.

El académico de la UACM recordó que su padre le platicó que de niño no quería estudiar y su abuelo lo envío a trabajar en una carpintería durante tres meses, ahí se dio cuenta de que había rechazado el conocimiento, luego resultó buen estudiante. También mencionó que su madre, Natasha, hacía un dueto maravilloso con Pablo, desde bailar tango, hasta las pláticas de literatura y sociología. También recordó cómo su padre casi a los 80 años, tomó un curso de computación, pues las computadoras entraron de lleno en el año 2000.

En su oportunidad, Oscar González, académico de la UACM y amigo de Pablo González Casanova, señaló que para entender la educación en general y un nuevo modelo de universidad, el texto La universidad necesaria en el siglo XXI lo sintetiza muy bien, al tiempo que recordó las charlas y reuniones que tuvieron con el ingeniero Manuel Pérez Rocha para sacar adelante el proyecto de esta casa de estudios y la recomendación de la distribución territorial de los planteles dada su vocación social, cómo seleccionar y visualizar espacios en áreas menos favorecidas en la ciudad y cómo pensar el desarrollo de planteles que poco a poco se fueron creando.

“La obra intelectual y académica identifican el tipo de persona que ha sido Pablo”. Se están promoviendo homenajes de la persona y la obra, entre ellos un Coloquio Internacional organizado en el Centro Universitario de Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara de febrero a diciembre 2022 con especialistas.

Recientemente, dijo, le preguntó qué es lo que más le interesa a los 100 años y contestó “todo y nada, seguir luchando contra el imperialismo sigue siendo la tarea central de nuestro tiempo”.

Esta mesa de reflexión estuvo moderada por la profesora Mariana Elkisch Martínez, quien señaló que para los uacemitas tiene un significado especial, “porque sin él, tal vez la UACM no sería lo que es; sin el pensamiento de don Pablo. Las contribuciones son enormes y la razón por la que lo admiramos y queremos, es su congruencia, siempre ha sido consecuente. Un gigante del pensamiento crítico que durante su vida ha acompañado las luchas justas, siempre abajo y a la izquierda, por eso también es el comandante zapatista Pablo Contreras”.


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