Normatividad
Nuestra casa de estudios nació con un modelo educativo particular, el cual se cristaliza en diversas premisas, plasmadas todas en la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). En el caso de la Coordinación de Comunicación, creada el 7 de mayo de 2010, son tres aspectos los que encauzan sus actividades: constituir una comunidad académica; garantizar la libertad académica y la pluralidad de pensamiento; y coadyuvar a establecer una relación responsable con la sociedad.
Estas consideraciones se plasman en el Artículo 4 de la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (conocida coloquialmente como la Ley de Autonomía) –publicada el 5 de enero de 2005–, así como en el resto de la normatividad vigente.
Las facultades y atribuciones de la Coordinación de Comunicación se han trabajado desde la publicación de la Norma Número Cuatro –aprobada por el Consejo Asesor de la universidad el 30 de marzo de 2006– hasta la creación de la actual coordinación, en mayo de 2010.
A raíz de esto se conformó el Consejo Técnico de Comunicación, quienes durante prácticamente dos años desarrollaron un intenso trabajo –en conjunto con el Consejo Universitario– para realizar un diagnóstico y emitir –de conformidad a su mandato– políticas y lineamientos generales para la UACM. La Política General de Comunicación Oficial e Institucional de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México fue discuta y aprobada por el Segundo Consejo Universitario el 19 de enero de 2012.
Las políticas y lineamientos que nos ocupan no son, en ningún caso, una camisa de fuerza para la Coordinación de Comunicación ni para el resto de la Universidad. En el primer caso otorga claridad a diversas facultades que –desde el inicio de los trabajos de la UACM– se realizan y que están de forma general en documentos como la Norma Cuatro o el Estatuto General Orgánico. En el segundo caso, busca abatir diversos vicios que se encontraron en algunas áreas de la Universidad, como la duplicidad y suplantación de las funciones en esta materia, o la falta de mecanismos para aprobar materiales informativos o de difusión generados por la estructura administrativa, académica o de gobierno universitario.
Estas normas abarcan los aspectos relativos a la libertad de expresión de toda la comunidad, las características de respuesta rápida de la administración y la parte estratégica que desarrolla la Coordinación de Comunicación.
Es evidente que, a pesar que la tarea de construcción de documentos normativos es responsabilidad del Consejo Universitario, ésta no puede generarse de forma vertical ni excluyendo a ningún sector de la UACM. Como reza la exposición de motivos de la Ley de la UACM, “una comunidad se construye por la participación de sus miembros en la procuración de fines y valores comunes, respondiendo al interés general que comparten todos sus miembros y no sólo a intereses particulares”.
Esta participación debe llevarnos a “una mayor coincidencia de intereses entre los miembros constitutivos de la institución”, a lo que corresponderá una mayor posibilidad de consolidar un autogobierno eficaz, capaz de resolver “mediante el diálogo y la razón los diferendos y conflictos que surjan de la necesaria y deseable pluralidad de ideas”.
En la Coordinación de Comunicación refrendamos que nuestra universidad no debe buscar la uniformidad, sino fomentar la diversidad, la discusión y el diálogo; no abrir espacios al adoctrinamiento. La UACM no debe afiliarse a un conjunto único de ideas y modos de pensamiento.
Y es en este sentido en que las y los estudiantes deben tener plena libertad de expresión. “La formación universitaria implica la discusión de todas la ideas, la búsqueda permanente de las diversas formas de ver y estudiar la realidad”.
Este es el reto que –en tanto universitarios– tenemos: “hacer compatible el ejercicio de estas libertades con los requerimientos de los planes y programas institucionales”.
Es la ruta trazada para consolidarnos como entidades plurales, libres, autónomas y conscientes, para cumplir nuestra encomienda de servicio en la búsqueda de soluciones a las necesidades de la comunidad universitaria y su aportación a la sociedad.