Jornadas Los hilos de las memorias (Seminario Permanente)
- comunicacionuacm
- 5 sept 2018
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El pasado 22 de agosto inició el Seminario Permanente Jornadas Los hilos de las memorias, en el cual Italia Méndez dio su testimonio de las vejaciones que padeció por parte de policías en los hechos ocurridos hace 12 años en San Salvador Atenco, Estado de México.
Durante la primera sesión titulada Memorias y testimonios, efectuada en el salón 7 del Centro Cultural Casa Talavera (CCCT), Méndez –quien pertenece al Colectivo Mujeres en Busca de la Justicia– recordó que en aquellos sucesos, “uno no alcanza a dimensionar lo que está pasando”. Mencionó que estaba con unos extranjeros y fue cuando los policías la apresaron y pensó que la iban a matar. Luego, junto con otras mujeres fue encarcelada y previamente abusada sexualmente por policías, al igual que las otras detenidas.
“No me podía mover, todas estábamos adoloridas. A pesar de que estábamos aisladas, alguien nos dio unas hojas y pidió que escribiéramos nuestros testimonios y para nosotros fue salvar la vida al hablar sobre la tortura sexual”.
Agregó que fue maravilloso que otras personas las acompañaran y les dieran voz en esa violencia de Estado que habían padecido, porque comparten su dolor, aunque sea de manera parcial y recordó que no es lo mismo testimoniar para un Ministerio Público, un Juez, que ante un grupo que las acoge.
“El espacio te revictimiza y te coloca nuevamente al momento de los perpetradores”, señaló la ahora activista, quien destacó la importancia de contar lo que le sucedió. También dijo que a pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo una serie de recomendaciones al gobierno mexicano por los sucesos, actos que fueron reclamados por 11 de las víctimas, dichas recomendaciones fueron desatendidas y desde 2017 el caso fue turnado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde aún permanece.
En su oportunidad, la profesora Anelí Villa Avendaño, académica de la UNAM, señaló que el testimonio es una herramienta para la memoria, para romper silencios impuestos desde el sistema dominante. “La historia oficial impone una memoria, la de los poderosos que acaparan una versión y silencian otras voces”, indicó.
Por ello, dijo, el testimonio es una posibilidad para la ruptura del silencio y es indispensable hablar para que salga a la luz. Agregó que en este seminario y desde el grupo de investigación Memorias y Corporeidad Rumbo a Procesos, Emancipatorios del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la UACM, “hablamos por lo que no pueden hablar, porque fueron asesinados o desaparecidos”.
Villa, quien trabaja el tema de memorias de mujeres en la vida cotidiana en Guatemala, desde el enfoque de la esperanza y la resistencia, mencionó que al buscar estos testimonios también observan el contexto y cómo afecta a la familia de la víctima. Señaló que se hacen silencios, porque la gente de repente no quiere hablar, por lo que se debe respetar y ver hasta dónde puede llegar la insistencia de preguntar cuando algo no quiere ser dicho, pues debe existir ética en los testimonios.
En tanto, la doctora Silvia Soriano, académica e investigadora de la UNAM, refirió que para que haya una validación del testimonio, éste debe ser narrado en primera persona: “yo estuve ahí, lo viví”, entre otros procesos, para evitar testimonios cuestionados como el de Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz 1992), quien varias veces, dijo, cambió su testimonio.
El testimonio, agregó la académica, es la memoria declarada, “si no existe recuerdo, no puedes narrarlo y uno se da cuenta de quién dice la verdad y quien no”, además de que hay que entender el momento de interpretación de esos recuerdos.
La profesora, quien trabaja la memoria y el testimonio en las luchas sociales, principalmente en el zapatismo y los conflictos en Guatemala, indicó que, cuando el investigador busca algún sentido en lo que le están narrando, también aparecerán cosas que no estaba buscando, datos importantes para reflexionar y que no había considerado.
Mencionó que en el caso de la Comisión de la Verdad en Guerrero, ubican a más de 300 desaparecidos y encontró el testimonio de una mujer que a su vez conocía a una madre cuyo hijo estaba desaparecido. A esa mujer le consta que la madre buscó a su hijo durante mucho tiempo y murió sin encontrarlo, por lo que ahora, ella da el testimonio de ese joven desaparecido y la muerte de su madre.
En tanto, Tania Paloma Hernández Ruiz, profesora de la UACM y una de las organizadoras de esta actividad, señaló que trabaja e investiga procesos de memoria y forma parte del Colectivo H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), sección México y desde ahí ha seguido la memoria de desaparecidas y desparecidos, de 1971 a la fecha.
Añadió que desde 2015 trabajan como grupo en estos seminarios, que, en este caso, el planteamiento es desde las memorias como una posibilidad de apostar a procesos emancipatorios. “Hay varias discusiones que hemos dado desde lo teórico. Primero planteando las memorias como múltiples, diversas, no apostamos a una sola memoria y no necesariamente todas las memorias deben ser emancipatorias. Hemos dialogado desde distintos ejes, uno de ellos tiene que ver con los sistemas de opresión, las memorias están instaladas en sociedades, colectivos, culturas, y reconstruidas desde un presente que nos atraviesan los sistemas de opresión y hablamos de capitalismo, patriarcado y racismo como sistemas de opresión. Esa es una parte de las discusiones que hemos tenido”.
Agregó que otro de los ejes, tiene que ver con los cuerpos simbólicos, los cuerpos físicos y los cuerpos territorios que también son espacios donde las memorias se anidan y pueden ser despojados, avasallados.
Por su parte, Mariana López de la Vega, profesora de la UNAM, indicó que han tenido diferentes modalidades de trabajar en el seminario, y uno de los objetivos principales es la autoformación, y, en su caso, realiza trabajo de acompañamiento en procesos de violencia de Estado y violencia política.
Las temáticas de Jornadas Los hilos de las memorias, a partir de la segunda sesión serán: Memorias y violencias estatales; La Palabra y el territorio; Arte y memorias; Memorias de y desde las mujeres, y Memorias y apuestas emancipatorias, mismas que se efectuarán un miércoles al mes, de agosto a diciembre, de las 17:00 a las 20:00 horas, en el CCCT.