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Hacia la Construcción de un Diccionario de Escritoras en México

  • comunicacionuacm
  • 23 ene 2019
  • 4 Min. de lectura

El Coloquio Internacional Escritoras Mexicanas, primera mitad del siglo XX. Hacia la construcción de un Diccionario de Escritoras en México reunió a académicas y académicos de distintas instituciones de educación superior, quienes han investigado a las mujeres mexicanas que se dedicaron a la escritura durante los primeros 50 años del siglo pasado, tanto a las reconocidas como a las que fueron marginadas.


Realizado el 5 y 6 de diciembre pasado –en la Sala 1 del Centro Vlady–, durante este Coloquio se presentaron ideas para la investigación y edición de un Diccionario de Escritoras en México, en el que participarán –además de los ponentes– investigadores de universidades de México, Francia y España, informó la doctora Grissel Gómez Estrada, una de las organizadoras de esta actividad.


En breve charla con UACM Colectiva, la académica señaló que los participantes tendrán que acordar los criterios para elegir a las autoras del diccionario. “Es un proyecto muy grande, hablamos de las escritoras de la mitad del siglo XX, aunque no descartamos del siglo XIX; primero es organizarnos en esta época. Además de los datos duros de cuándo nacieron, murieron, lo que escribieron, tenemos que ver si metemos una crítica general a su obra, pero está por determinarse”, apuntó.


El primer día del coloquio se efectuaron dos mesas: ‘Autoras nacidas a finales del siglo XIX o primera mitad del XX’, así como ‘Autoras marginadas’. En la primera mesa, la doctora Ana Rosa Domenella, de la UAM-I, en su ponencia “María Luisa Puga o la obsesión por la escritura”, señaló que esta autora no paraba de escribir, ni siquiera cuando viajaba y en varios de sus textos deja ver la huella de la orfandad, pues su madre murió cuando apenas tenía nueve años.


Domenella dijo que en la obra de Puga se encuentran varios ciclos, entre ellos cuando viajó a Estados Unidos, Grecia y África, estableciéndose en Nairobi donde, aseguró, entendió a México. Luego fue a Londres en busca de la huella de Virginia Wolf, y es en aquella ciudad donde se entera de la matanza del 2 de octubre de 1968. Añadió que por el libro Pánico o Peligro, Puga recibió el premio Xavier Villaurrutia en 1983. Otro ciclo es cuando la escritora se estableció en Zirahuén, Michoacán, donde vivió sus últimos 20 años y es en ese sitio cuando se entera del sismo de 1985 y esas fechas significativas marcaron parte de su obra.


En Zirahuén escribió varias de sus novelas, entre ellas Las razones del lago, cuentos infantiles, crónicas y temas sobre ecología, y su último texto fue el Diario del dolor, que es autobiográfico, porque ahí relata su dolor por la artritis reumatoide inflamatoria que padeció. Más de 300 diarios con la vida personal de María Luisa Puga, se encuentran en la Universidad de Austin, Texas, donados por su hermana Patricia Puga, concluyó la investigadora.


Por su parte, el doctor Javier de Navascués Martín, de la Universidad de Navarra, con el tema “Los recuerdos del porvenir a la luz de la novela cristera”, mencionó que Elena Garro “es la única mujer en la nómina de los autores del ciclo cristero” y en su novela Los recuerdos del porvenir realiza una subversión, pues en ella narra cómo unas prostitutas alojan y protegen a un cura; la hija de una familia de abolengo se hace amante de un general y cómo una mujer indígena traiciona a los católicos, indicó el académico durante su análisis a esta obra de Garro.


A su vez, el doctor Felipe Galván, de la BUAP, con su ponencia “D’Erzell, Puga y Garro: “¿Marginación o búsqueda artística priorizada?”, indicó que pese a que a estas tres autoras se les considera marginadas no lo son, porque su obra está ahí y “la fuerza productiva de su palabra atraerá a más lectores”.


Precisó que fue Elena Garro quien se autoexilió después del 68, pero su obra está ahí y es considerada la gran creadora del siglo XX mexicano, mientras que Catalina de Ezrell fue el seudónimo que utilizó Catalina Dulché Escalante –periodista, dramaturga, novelista, poeta, adaptadora de cine y actriz de cine mudo– quien dejó una vasta obra, con la cual su sobrina, Yolanda Vargas Dulché, se hizo millonaria gracias a los argumentos de su tía.


En la mesa 2 sobre ‘Autoras Marginadas’, participaron la doctora Cecilia Colón Hernández y la maestra Erika Vargas Romero, ambas de la UAM-A, así como la licenciada Elvia Lorena Calderón, egresada de la UACM, quienes respectivamente, expusieron el trabajo de Matilde Gómez, una mujer que escribió sobre mujeres; Adela Fernández y sus cuentos, así como Ana Gómez de Mayorga, quien escribió sobre lo fantástico clásico a lo neofantástico. Los textos de las autoras que investigaron las ponentes casi son inconseguibles.


En el segundo día de actividad se efectuó la Mesa 3 ‘Estado de la cuestión: escritoras mexicanas y su recepción en México’, en la que las ponentes fueron académicas de la UACM. La maestra Leticia Rodríguez, expuso “Lo que se dice y lo que se resiste: la comedia mexicana a escena”, y habló sobre la mujeres que escribieron y actuaron en el teatro mexicano, entre ellas María Teresa Montoya.


En tanto, la maestra Ana María Hernández, con el tema “Activistas y escritoras en el México posrevolucionario” mencionó cómo, en esa primera mitad del siglo XX, las mujeres escritoras –ya activistas– fueron cooptadas por el grupo de poder en turno y cómo algunas de ellas tuvieron que integrase al PRI. Pese a ello, la ensayista y dramaturga Amalia González Caballero de Castillo Ledón, fue la primera mujer embajadora de México ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y presidió el Ateneo Mexicano de Mujeres.


En esta mesa también participó la doctora Iliana Rodíguez Zuleta, con “Apuntes sobre la poesía creada por mujeres en México”.


En la Mesa 4 ‘Metodologías para la Construcción del Diccionario de escritoras mexicanas’, la doctora Adriana Azucena Rodríguez –de la UACM– presentó seis modelos de proyectos para el rescate, clasificación y difusión de obras escritas por mujeres, entre ellos un blog similar al de Eve Gil, cuyo antecedente es La trenza de Sor Juna, así como la tesis Liliana Pedroza. Historia secreta del cuento mexicano, en la cual se recogen las obras de 347 autoras.


La estudiante de Creación Literaria, Jessica Marisol Rendón Hernández, del plantel San Lorenzo Tezonco, con el tema “Aproximaciones a la escritura hecha por mujeres mexicanas: Diccionario biobibliográfico de escritoras nuevoleonesas, siglo XIX y XX”, explicó la compilación de dicho diccionario, en aporte al que se pretende realizar.


Este coloquio concluyó con el conversatorio de acuerdos y tareas para la construcción del Diccionario de Escritoras en México, en el cual se mencionaron las ideas generales para iniciar dicho trabajo.

 
 
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