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Tercera Jornada de Sexualidades y Salud, Los Cuerpos, Territorios en Disputa

  • comunicacionuacm
  • 15 mar 2019
  • 4 Min. de lectura



El tema del aborto es controversial, ya que hay un riesgo a la vida. No sólo a la vida de lo que la ultraderecha dice que es ‘desde la concepción’, sino de la propia vida de las mujeres, además de otros elementos que están relacionados y –por supuesto– del cuerpo, como esta concepción que nos han marcado del ‘amor romántico’, ‘el qué dirán’ y la ‘moral’ o la ‘doble moral’, la culpa, la religión, cuestiones culturales y económicas, señaló Maricela Tinajero Martínez, durante la conferencia “El aborto, más allá de una revolución corporal”.


Tinajero Martínez –maestra en Sexología Clínica por el Instituto Mexicano de Sexología– apuntó que el aborto es un tema controversial porque pone en tela de juicio la sociedad patriarcal donde, por lo menos en la cultura occidental nos han construido, nos dice lo que se vale y lo que no se vale con respecto a lo que somos nosotras y nosotros, es decir a lo que somos a partir de un género, soportadas por unas instituciones o aparatos de control, que sustentan o sostienen y legitiman la sociedad patriarcal, cómo deben comportarse mujeres y hombres, cómo son la religión, el Estado, la escuela, la familia y los medios masivos de comunicación; las mujeres no debemos abortar porque atentamos contra algo, sí, pero atentamos contra los mandatos que nos ha impuesto la sociedad patriarcal.


En el proceso de interrupción al embarazo empieza un gran debate porque las mujeres fracturamos el tema de la norma social; socialmente deberíamos estar hechas para reproducirnos biológicamente pero, si no queremos, nos sacan de la norma. La sociedad busca formas para controlar esta serie de situaciones, una de ellas es a través de la culpa, del remordimiento de dejarnos fuera del sistema a quienes decidimos abortar o decidir no tener hijos, abundó Tinajero Martínez, también psicóloga por la UNAM.


“Todas las organizaciones que tienen que ver con el tema de la salud –y en particular artículos de la Constitución Política de México, que garantizan nuestra salud– coinciden en que: si el embarazo pone en riesgo la salud de la mujer, tiene derecho a interrumpirlo sin impedimentos; por violación; alteraciones genéticas o congénitas en el producto; el peligro de muerte de la mujer; gravedad del daño en la salud tanto de la mujer como del producto; la inseminación artificial no consentida; y por razones socioeconómicas, donde hay un gran hueco social y legal. Aunque no haya condiciones económicas a veces no les permiten interrumpir el embarazo”, dijo.


Las leyes de la Ciudad de México permiten la interrupción legal del embarazo hasta la semana doce. Desde hace once años se ha dado la atención de un aborto –de las diferentes maneras en que puede suceder– a 194,153 mujeres, es decir, que sí se han salvado vidas, precisó la especialista en sexología educativa.


Finalmente, la ponente mencionó algunos de los derechos sexuales y reproductivos que se gestaron en El Cairo –y que en México y en muchos países suceden– como el derecho a decidir libremente sobre ejercer o no la reproducción; derecho a la vida y a la autonomía sexuales, que incluye cualquier forma de expresión de la sexualidad que no afecte los derechos de otras personas y sea lícita; derecho a la información y educación sobre sexualidad basada en evidencia científica; derecho a la información y al acceso a los métodos anticonceptivos; derecho a vivir conforme a la propia identidad de género; derecho a la equidad sexual libre de discriminación por sexo, género, orientación, edad, origen étnico, clase social, discapacidad, etcétera.


En su intervención, Érica Merino –integrante del Grupo de Investigación en Salud (GISa)– señaló que para este grupo el eje transversal es y seguirá siendo la salud, con cinco líneas de investigación que son: salud sexual, salud mental, políticas sociales y políticas públicas, medicina tradicional, cuerpo cosmovisión y chamanismo, configuraciones materiales y simbólicas en torno a la salud entre los sectores populares.


GISa –comentó la académica– realiza actividades de investigación en comunidades aledañas al plantel Iztapalapa. Nos hemos reunido con mujeres y hombres, con curanderos de Iztapalapa y Milpa Alta y líderes de organizaciones de la sociedad civil, desarrollamos la línea de salud sexual, a cargo de las maestras Patricia Huerta Encarnación y Natividad Almanza Beltrán; se asesoró en el diagnóstico sobre salud sexual y reproductiva en el pueblo originario de Santiago Acahualtepec, en la asignatura de epidemiología con la participación en campo de 90 estudiantes.


Organizamos la Segunda Jornada de Sexualidad con la participación de 250 personas entre estudiantes, académicos, ponentes, activistas y 120 estudiantes en los talleres sobre sexualidad que se impartieron en este plantel. Se llevó a cabo la línea de investigación sobre medicina tradicional-chamanismo, cuerpo y cosmovisión a cargo de la Dra. Fanny Escobar y de la propia Merino.


“Desde 2018 a la fecha tenemos 13 tesistas, de los cuales tres están por titularse; en el servicio social participan siete estudiantes, se está impartiendo un seminario de investigación en métodos cualitativos para promotores de la salud, el área de bibliotecas asesora e imparte cursos a las estudiantes y tesistas, y se desarrolla la línea de investigación en salud mental, cuya responsable es la maestra Huerta”.


Actualmente trabajamos con la Comisión de Salud de la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo, y realizamos un taller de salud mental para mujeres de esta comunidad, donde participan 24 mujeres en tres áreas: medicina tradicional, medicina alternativa y medicina tradicional, a través del temascal.


Para 2019 –en materia de investigación en salud– se realizarán: un diplomado en salud intercultural y medicina tradicional, la atención en salud a través de las prácticas curativas tradicionales en la Ciudad de México, que estará a cargo de la Dra. Fanny Escobar; un segundo seminario en investigación y metodología cuantitativa para promotoras de la salud; un taller para tesis de investigación; taller de redacción de tesis de investigación; un curso-taller mapa digital impartido, por el INEGI, y las asesoría de tesis.

 
 
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