Conferencia sobre la experiencia de la Arqueología Industrial en Europa.
- comunicacionuacm
- 2 abr 2019
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Con la Conferencia sobre la Experiencia de la Arqueología industrial en Europa, fueron clausuradas las Jornadas Multidisciplinarias sobre Patrimonio Industrial, en la que Juan Manuel Cano Sanchiz explicó las técnicas de cómo se debe preservar un yacimiento industrial.
En el auditorio Mariano García Viveros del plantel Centro Histórico, Cano Sanchiz –investigador del Institute for Cultural Heritage and History of Science and Technology, Beijing, China– señaló que los mapas con escalas son parte de las herramientas en que se apoya el arqueólogo industrial, así como el uso de visuales cartográficos o información geográfica “que pueden traer al momento actual y rastrear la presencia en el terreno en que estuvieron”, para lo cual mostró imágenes de la red ferroviaria de Sao Paulo.
Añadió que la fotografía es una fuente para entender el pasado industrial, y ejemplificó con imágenes de Córdoba (España), a principios del siglo XX y otra del XXI, en donde en el mismo espacio hay grandes diferencias, pues ahora no existe el río ni las pocas industrias que había; actualmente es una ciudad turística y de servicios. El investigador definió ésta transformación como una desindustrialización y dijo que las imágenes permiten entender las transformaciones que ese lugar ha tenido.
“Las fotos no sólo nos hablan de edificios y parques, sino de la transformación social, las formas de trabajo en la sociedad industrial”, ya que de acuerdo a las imágenes que mostró, los trabajadores no tenían botas de trabajo para mover un condensador de vapor por medio de la fuerza cinética.
Indicó que para los arqueólogos contemporáneos son fundamentales las fuentes orales y las materiales, de estas últimas mostró fotografías de casas, máquinas de escribir, vías ferroviarias, viviendas obreras, un oficina de cobro, una turbina y paisajes.
En las imágenes de un complejo textil, el académico mencionó que el paisaje –desde la perspectiva arqueológica industrial– se deben observar las fuentes de energía, materias primas, comunicaciones, mano de obra, modelos de distribución, así como el paisaje lineal de ríos navegables (así trasladaban el algodón), el paisaje ferroviario y minero. En dicho complejo textil, apuntó, el río es fundamental, pues es fuente de energía y de distribución, así como vía de comunicación.
Cano Sanchiz señaló que la protección al yacimiento industrial es importante para el arqueólogo y es la principal herramienta para entender el uso del espacio en el aspecto de territorialidad; es el caminar por el lugar y ver cómo aparecen los distintos materiales y lo que se encuentra se anota y permite entender cuál fue el uso del suelo en el pasado.
Otra herramienta importante es la fotografía aérea, que permite ver la cimentación del lugar y les permite leer lo que hay debajo de la tierra sin removerla, para lo cual hacen uso de otras técnicas de métodos de protección como la estratigrafía geográfica.
Así es como logran ver la estructura (muros), estratos (capas de tierra) y la interfase (es lo intermedio, que es una unidad no física que necesitan para ordenar en el tiempo). “Cuando un arqueólogo hace una excavación lo que hace es identificar las distintas unidades estratigráficas que componen el yacimiento y ordenarlas secuencialmente en el tiempo, prestando atención a sus relaciones físicas; con eso se crea la matriz de Harris que es una representación esquemática visual muy simple, una cronología relativa del yacimiento, porque sólo hay tres niveles de información: lo que está abajo es anterior a lo que está encima, lo que está encima es posterior a lo que está debajo y lo que está en el mismo nivel es contemporáneo”.
Precisó que una excavación arqueológica no es desenterrar cosas, sino entender cómo el yacimiento se formó, utilizando las herramientas de estratigrafía y la matriz de Harris. “Excavar es destruir, por eso un yacimiento sólo se puede excavar una vez. La excavación es el último recurso y por eso hay que registrar todo, sistematizar todos los datos, porque pueden desaparecer, pueden quedar los objetos, pero éstos –sin contexto– pierden significado. Con este tipo de registros se pretende conservar esta contextualidad y por eso es importante y fundamental en la arqueología”.
Añadió que la arqueología en yacimientos industriales no es frecuente y la Universidad Técnica de Michigan es de las pocas universidades en el mundo que ofrece un curso sobre arqueología y patrimonio industrial.
El investigador dijo que, con la arqueología de la arquitectura, se trata de comprender las unidades que componen el edificio o yacimiento y mostró imágenes de vías ferroviarias y de una fábrica en Sao Paulo, que por medio de la interfase se logró ver la ampliación de la altura que hicieron, o sea, la modificación a ese edificio, pues hubo añadidos a la estructura original.
Recalcó que la fase más importante es la del registro del espacio industrial para preservar, y los elementos básicos son: huellas de maquinaria, elementos de tecnología, elementos de medición y cámara fotográfica; explicó cómo hacer fotografía arqueológica, al tiempo que recomendó la lectura del libro Grace´s Guide to British Industrial History.
Antes, el académico mencionó que en la publicidad se puede encontrar información valiosa, pues nos permite conocer el contexto social y cultural, así como el tipo de sociedad que lo consumía y cómo la fábrica modificó la vida de las personas, para lo cual mostró ejemplos de anuncios de la fábrica de jabón El Sol y de las aspiradoras Hoover.
Además, mencionó el arte como fuente documental, pues hay paisajes urbanos con fábricas como el del puerto Cardiff, pintura de Walden en 1896, o el cuadro El tren, de Pannaggi en 1922.
De igual manera, mencionó que el cine es parte del documental, como el caso de los hermanos Lumiere (1895) “padres del cine europeo que se interesaron en los espacios industriales, de hecho su primera película es sobre los obreros saliendo de las fábricas. El tren llegando a la estación. La gente gritó en la sala, porque pensó que los iba a arrollar. No habían visto imágenes en movimiento”, apuntó el académico, en su conferencia.
Finalmente, Ricardo Gómez Magaña –académico de la UACM e integrante del Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial– indicó que el tema del patrimonio industrial es muy amplio, pues implica cultura, patrimonio material e inmaterial, procesos de producción, ciencia, técnica y arte, además de economía.
Mencionó que la gestión del Patrimonio Industrial precisa de identificar-proteger-registrar-conservar-restaurar-difundirlo; al tiempo que mostró fotografías del Museo Numismático Nacional (Casa de Moneda) en las que se ven trabajadores en la fundición de monedas.