Educación ciudadana: Condicionantes y resultados sociales en su enseñanza y aprendizaje.
En el primer panel del Congreso Internacional de los Derechos Sociales, se dieron encuentro las académicas Romina Kasman y Rosa Wolpert (de la UNESCO), para brindar una conferencia magistral en torno a la Educación Ciudadana. Como comentaristas sobre el tema participaron Noemí Asencio López, Erika Tapia Nava y José Carlos Luque Brazán.
Para dar inicio, Kasman destacó la intervinculación de los derechos, pues uno no puede efectuarse sin otro, y resaltó que se deben tomar en cuenta por tanto en conjunto los objetivos de desarrollo que la UNESCO propone en torno a los derechos sociales, comenzando por el acceso a una educación de calidad. Planteó las metas y objetivos de desarrollo sostenible que esta asociación se ha fijado de la actualidad al 2030, como asegurar la educación primaria y secundaria, servicios de atención y desarrollo, aumentar el número de becas para países en desarrollo. Resaltó el apartado 4.7, en el que se señala la búsqueda de asegurar el conocimiento teórico y práctico necesario para promover el desarrollo sostenible, derechos humanos, igualdad de género, promoción de cultura de paz y valoración a la diversidad cultural. Resaltó que, para intervenir en las relaciones sociales, debe haber nociones del bien común que deben tener como base una educación y por tanto, ser un objetivo al que se voltee a ver y se invierta.
Por su parte, Wolpert habló sobre no dar por sentado el alcance de las metas, pues debe ser un trabajo constante y permanente lo propuesto en la agenda. Ejemplificó esto con la alfabetización, que se podría ver como el gran logro de la década, pero –por otro lado– en cuanto a los resultados en educación en áreas básicas, los resultados están lejanos a lo deseable. En este sentido, la alfabetización no es una meta alcanzada en la medida que no ha sido de utilidad en aplicación en su totalidad. Así pues, el aumento de las brechas radica en la expansión desigual y el crecimiento de las diferencias de acceso entre hombres y mujeres, así como el acceso por nivel socioeconómico, favoreciendo a sectores medios y altos. La ponente destacó que la solidaridad, inclusión y equidad deben estar en el centro para tener la garantía de poder ejercer los derechos. A lo largo de la conversación, ambas comentaron sobre el planteamiento de la UNESCO teniendo la educación como eje de recuperación.
La Mtra. Erika compartió que, si no se tiene acceso a la educación, es difícil desarrollar una calidad de vida. Citó a Marx, al decir que, cuando la población tuviera garantizado el vestido, hogar y comida, podría ocuparse de lleno en la revolución social, por lo que coincidió en que la educación es la columna de todo progreso. Destacó que el sentido de la formación ciudadana suele ser entendido por las infancias de una manera orgánica en la que participan, pero esta participación se quiebra en la medida que crecen, entran a la esfera pública y visualizan lo insegura que ésta es, por lo que consideró que en la educación, el incentivar la continuidad de esa participación, podría ser clave.
Para dar cierre, Noemí Ascencio externó que el trabajo comunitario y el pensar desde la posición del otro, es una parte medular para la educación ciudadana en la que el vivir colectivamente es un ideal. Se debe buscar el bienestar común, consideró y cuestionó la inversión e intervención en la educación pues no todos tenemos las mismas condiciones y se debe buscar una educación equitativa.