Mirada feminista, crítica radical
Jesús María Serna Moreno, Carlos Salvador Ordóñez y Raúl Zibechi (con la moderación de María del Rayo Ramírez), participaron en la tercera mesa del feminaje a Francesca Gargallo. Jesús Serna charló sobre “Una amistad fraterna vivida en diálogo desde la antropología y el nuestroamericanismo”, en la que replicó el pensar de Francesca, quien opinaba que "El mundo se conoce caminando". Resaltó que el feminismo de Francesca era ya, desde hace tiempo, incómodo para algunos espacios reacios al cambio, y destacó que ella siempre creyó en la participación colectiva y las nuevas propuestas, incentivando e invitando a otros y otras estudiosos a proponer e innovar, a repensar lo establecido –incluso lo que ella misma proponía–. Reconoció el trabajo que Francesca hizo en la América Latina, dando voz a comunidades indígenas, conociendo y reconociendo sus voces y recogiéndolas en su trabajo sobre Feminismos desde Abya Ayala.
Por su parte, Ordóñez mencionó que el pensamiento y vocación de Francesca fueron un pilar básico para la consolidación del modelo del proyecto universitario de la UACM que, como académica destacada, priorizaba el conocimiento sin dogmas, sin limitantes y de manera crítica. Su quehacer no se limitaba a la docencia, sino desde un activismo político, compartió Salvador. Señaló que la homenajeada era, además, bondadosa y compartida con el conocimiento, pues a él mismo le apoyó para construir diálogos en temas como la Filosofía Feminista, lo que –considero– generó para él no sólo una deuda académica, sino una hermandad para con ella. Expresó también que la filosofía debe construirse desde el pueblo y no sólo en las aulas, conocimiento que Francesca le dejó como enseñanza durante una serie de Jornadas Lascasianas.
Para dar cierre, Raul Zibechi platicó que la intensidad de Francesca –que percibió en cada encuentro en el que tuvo oportunidad de ver a la homenajeada– marcó su persona debido a la radicalidad no sólo política, sino en su misma forma de vivir. "Esa radicalidad, la llevó a ser una mujer desinstitucionalizada, no era una persona que la inercia de lo cotidiano, la burocracia y la institución pudiera aplastar; ella desbordaba todos los límites".
Destacó también la característica de Francesca de no adjudicar a una bandera su lucha, ni tampoco a ella misma sola; su compromiso era verdadero y radical y los frutos eran compartidos. El periodista consideró que el trabajo de Francesca trascendió fronteras y temporalidad y señaló que su intervención fue profunda y expansiva. Por último, resaltó que, como compañeros y estudiantes de Francesca, se debe reconocer el compromiso de continuar con el abordaje de los objetivos e intereses aún pendientes.
