Principios para la intervención conductual de las personas con autismo.

Lucía Reyes, coordinadora de Enseñanza de Domus Instituto de Autismo A.C., impartió un curso Principios para la intervención conductual de las personas con autismo, mismo que estuvo dirigido al sector académico de nuestra casa de estudios, con el objeto de adquirir habilidades de análisis de conducta y conocer estrategias de intervención conductual.

En el salón C-101 del Plantel San Lorenzo Tezonco, la especialista explicó las características del espectro autista, entre ellas, que algunas de las personas que lo presentan, en casos severos, no hablan. Agregó que en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), el pensamiento es diferente, pues para ellos es un reto tener trato social dentro del aula y el trabajo en equipo. En algunos casos, explicó Reyes, se requiere de una persona de apoyo o "sombra" que funge como monitor de la persona con TEA . Una persona con TEA se enferma muy seguido, por la dificultad de regular sus emociones, además de que los azúcares y gluten los intoxica y altera su conducta.

Entre los consejos para tratar con un estudiante con TEA, la especialista mencionó ayudarlos a la gestión de su tiempo y entrega de trabajos por medio de un calendario mensual de actividades y de esa manera disminuir los niveles de estrés. Los desafíos en el contexto universitario, agregó Lucía Reyes, es que el o la docente puede ser un impulso o una barrera para este tipo de estudiantes, al tiempo que mencionó estrategias en caso de que un alumno TEA presente una crisis dentro del aula. Lo primero, dijo, es dar la instrucción de que salgan del salón los demás estudiantes y el profesor o profesora colocarse detrás del estudiante a cierta distancia, de modo que no pueda ser agredido físicamente, mientras le dirige palabras para tranquilizar y reducir la crisis conductual. 

La especialista hizo hincapié en la forma en que pueden relacionarse las personas con TEA con los demás, la cual es diferente, pues su comportamiento puede ser lo que conocemos como acoso y ejemplificó el caso de un joven que al saludar le gusta oler las cabezas de las demás personas, por lo que las mujeres se sienten acosadas.

También dijo que no hay estudios neurológicos para diagnosticar el  autismo y para detectar este tipo de trastorno se basan en la observación y en test, por lo que recomendó a las y los académicos realizar el cuestionario AQ-10 disponible en internet, el cual es para adultos, porque hay otros que son para niños y adolescentes. 

Esta actividad es coordinada por el Programa Letras Habladas de nuestra casa de estudios u Domus Instituto de Autismo A.C.